Esta película es una verdadera gema.
Pese a lo que su apariencia inicial pueda sugerir, no es infantil ni moñas; todo lo contrario, de hecho.
Estéticamente, es un trabajo precioso e increíblemente meticuloso; la música también encaja muy bien. Y, finalmente, la historia que narra es fantástica. Crees que has calado la línea que va a seguir y, de repente, te sorprende con algo nuevo. La integración de tradiciones y mitos japoneses en un contexto moderno me encandiló; los personajes y sus experiencias me hicieron reír, sonreír y llorar.
Se la recomendaría a cualquiera, incluso a alguien a quien no le gustasen las películas de animación.
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Esta película es una verdadera gema.
Pese a lo que su apariencia inicial pueda sugerir, no es infantil ni moñas; todo lo contrario, de hecho.
Estéticamente, es un trabajo precioso e increíblemente meticuloso; la música también encaja muy bien. Y, finalmente, la historia que narra es fantástica. Crees que has calado la línea que va a seguir y, de repente, te sorprende con algo nuevo. La integración de tradiciones y mitos japoneses en un contexto moderno me encandiló; los personajes y sus experiencias me hicieron reír, sonreír y llorar.
Se la recomendaría a cualquiera, incluso a alguien a quien no le gustasen las películas de animación.