Russell Crowe hace su primera incursión en este drama bélico de un padre en la búsqueda de noticias de sus tres hijos que participaron en Turquía en la batalla de Gallipolis, durante la 1ª guerra mundial. Bien filmada, con una excelente fotografía, muestra el choque de culturas de dos países que se enfrentaron en la guerra sin apenas conocerse, y sin saber, como casi siempre ocurre, la razón por la que están enfrentados y porqué luchan y mueren.
Aprovecha la atracción romántica que en Crowe va creciendo hasta la viuda del hotel donde se hospeda (la siempre preciosa Olga Kurilenko) para enseñarnos el glamour de la cultura turca y la belleza de Estambul, la honorabilidad entre soldados y el amor filial que le permite descubrir tanto el agua en Australia, como el paradero de sus hijos. Ningún padre debe sobrevivir a sus hijos.
Un 7, en un bello documento contra la intolerancia y el desconocimiento entre los pueblos y sus culturas. Arda Turán estará orgulloso de sus paisanos y de la belleza reflejada en esta película.