Desternillante film deportivo sobre el equipo jamaicano que sin haber visto la nieve ni el hielo, se embarca a lanzarse con un trineo por la pista de bobsleigh a altísimas velocidades, preparado por un John Candy que en su día fue un atleta olímpico de cierto éxito (no en la vida real). Las escenas de los deportistas olímpicos jamaicanos entrenando con Candy, su desconocimiento del medio y de las más mínima técnica competitiva te inducen a la carcajada fácil y, en ocasiones, a la lástima por sus condiciones de vida y la escasez de los medios para llevar a cabo dichos entrenos, aunque imaginación no les falta.
Vale la pena verla, e incluso logró buenas críticas, sobre todo al tratarse de una historia verídica.