Trata sobre un virus que, en lugar de convertir a los infectados en zombies, consigue desatar el lado salvaje de las personas afectadas, consiguiendo que se vuelvan psicópatas. Para colmo, este virus se desata en un prestigioso bufete de abogados donde prácticamente todos se odian.
Pese a estar enfocada al público adulto por sus altas dosis de sangre, no es una película que se tome en serio, resulta muy entretenida.