Soy un gran amante del cine de la ciencia ficción y del universo de Alien y Predator, pero debo admitir que no daba ni un duro por esta película.
No por la historia, si no por esa animación que me chirriaba en lo más profundo de mis pupilas.
Pero, admito que me ha gustado el producto final y una vez más, puedo decir que no hay que juzgar un libro por la portada.
Con respecto a la historia, no ha estado mal, han querido hacer algo como en Predators de 2010, pero con diferentes puntos de vista y de épocas. Algo realmente interesante y que, desde mi punto de vista, ha sido necesario para animar y continuar este universo.
Por otro lado, cada uno de los personajes han dado su toque especial a la historia, donde vemos claramente la inteligencia de cada uno para llegar al mismo objetivo… “derrotar al predator por todos los medios”.
El final me dejó completamente perplejo, dejando claro de que podría haber una segunda película en camino. Si eso es así, podrían explicar varias cosas que no han terminado de explicar en este film.
Tenía miedo desde que Disney se hizo con los derechos de Predator y Alien, pero, pensándolo fríamente, no creo que pudiera hacerlo peor que Fox. Pues lo está demostrando con cada uno de los títulos que sacan de estos personajes. Aún sigo teniendo pesadillas con el final de The Predator de 2018.
Menudo Peliculón, una propuesta valiente y visualmente atractiva que amplía la saga con creatividad y variedad cultural. Si te gustaron Prey o la idea de ver Predators en diferentes épocas históricas, vas a disfrutarla. Esta entrega es sin duda la más salvaje de la franquicia en cuanto a ideas, ritmo y creatividad visual. Se siente como un fan service brutal, muy bien hecho, que sabe exactamente lo que los seguidores quieren ver. En lo personal, me ha gustado bastante; es un homenaje sangriento, respetuoso y fresco, dejando semillas para un futuro universo compartido para los amantes del cazador definitivo.