Rob Reiner nos trae uno de los últimos grandes dramas judiciales que se puede codear con títulos inmortales como "Doce hombres sin piedad", "Testigo de cargo", "Matar a un ruiseñor" o "En el nombre del padre", esta vez tratando sobre un asesinato en la base americana de Guantánamo (Cuba) de un soldado a manos de dos de sus compañeros que ejecutaban un "Código rojo", una forma mal entendida de salvaguardar el honor de un regimiento, o de un país.
Brillantes diálogos, excepcional banda sonora, gran puesta en escena, y locuaces y cuerdas interpretaciones de Tom Cruise, Demi Moore y Kevin Bacon, de las que sobresale con fuerza la de Jack Nicholson, que con su sola presencia llena la pantalla en esos escasos minutos que nos regala, como casi siempre, con una actuación de verdadero lujo que se merecía otro Oscar, para el que estuvo nominado en una docena de ocasiones ganando tres de ellos, y no precisamente por "Algunos hombres buenos".
Extraordinaria película totalmente recomendable para todos los paladares.
Sobresaliente, 9, y a mi cajón de favoritas.