En mi opinión el documental toca un tema fundamental que es la corrupción, y sobre todo logró evidenciar que en países del primer mundo se ve una corrupción arraigada al sistema política, y en el contexto del documental al sistema de salud. Pero esto es algo que ya se conoce y lo que se supone debía darle esa distinción era el evento acontecido, por ello el documental se me tornó insoportable desde más o menos la mitad de este, porque en vez de enfocarse en la víctimas, es decir, los ciudadanos que son los implicados directos, enfocan todo el documental en tratar de reformar un sistema corrupto. Casi que al final trataron de hacer homenaje a las víctimas, pero no me movió ni una sola fibra porque no logré entablar una conexión emocional con las víctimas y mucho menos sus familias, por lo que me parece que el documental no está claro en su propósito.