Crítica

Quizás porque no esperaba absolutamente nada (en el sentido más literal de la expresión), Euphoria logró sorprenderme muy gratamente y se ganó un puesto como una de las mejores series adolescentes que yo he visto.

La manera en la que trata la sexualidad, de forma explícita pero nada forzada, así como la relación de Rue con las drogas son solo algunas de las razones por las que esta serie merece la pena.

En cuanto al desarrollo de personajes, estos resultan totalmente creíbles, en parte gracias a la labor de la actriz protagonista que, respaldada por un elenco de secundarios bastante digno, lidera la serie a la perfección; y es que me cuesta imaginarme a Rue siendo interpretada por otra actriz. Zendaya encarna así uno de sus papeles más "adultos" , demostrando que sí, que tiene talento y que le espera un prometedor futuro.

Visualmente destaca su gama cromática de colores neón, especialmente los tonos azules y morados tan presentes en la iluminación así como en el maquillaje, que también tiene un gran papel. Una gran banda sonora de Labrinth sirve de colofón para esta más que recomendable serie.

Tras un final desconcertante y dos capítulos especiales que aportan más bien poco a la trama, los fans recibimos con grandes espectativas esta segunda temporada que esperemos que sea al menos igual de buena que la primera entrega.