Dice el refrán popular que segunda partes nunca fueron buenas, y en esta ocasión tiene toda la razón del mundo. Quizás habría que añadir, que aunque no fueran mejores, es mejor que las haya, que no existan. Secuela del Policía Militar que explosionó en pantalla y sorprendió a más de uno, entre los que me incluyo, con una nueva visión de Tom Cruise como investigador policial siguiendo las pistas, volviendo al mundo terrenal y dejando la ciencia ficción de las sucesivas misiones imposibles a un lado.
La historia está bien contada, las dosis de acción y las persecuciones automovilísticas bien rodadas, incluso las coreografías de las luchas hombre contra hombre o contra media docena de hombres tienen sus dosis de cierta originalidad, y toca el lado humano del rudo investigador militar, lo cual es plausible, aunque Edward Zwick no llega a la intensidad de su predecesor ni el reparto está a la misma altura de la primera entrega.
Aún así me ha gustado, y pasa de un Notable alto con el que califique la primera a un Notable bajo bien merecido.