Heidi, quien abandonó su pequeña ciudad de Pleasant Valley para convertirse en pintora, es ahora una curadora de éxito. Una semana antes de la gran fiesta de Navidad de la galería, debe regresar a casa para cuidar a sus sobrinos. Allí se encuentra cara a cara con su amor del instituto, Chris, que trabaja como maestro y está en una situación desesperada: encontrar un sitio para celebrar el baile de Navidad del colegio. Heidi se ofrece a ayudarlo y ambos descubren el lugar perfecto: Wonderland Farms. A medida que Heidi pasa más tiempo decorando, recupera su deseo de pintar de nuevo.
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Todo actor famoso termina pasando por un drama de sobremesa navideño en algún momento de su vida y este fue el de Emily Osment.
No hay mucho que comentar en esta película, pues al iniciar respiramos un ambiente navideño que nos echa para atrás y si continuamos para delante, solamente nos encontraremos con situaciones de lo más típicas.
Al menos la actuación de Osment es bastante decente, para este tipo de películas, pues vengo de verla en la serie ‘Mucho más que listos’... vosotros me entendéis.
En cualquier caso, y sin explayarme mucho, os diré que es una película bastante decente dentro de este género. El ambiente entre los personajes es “alegre/bueno”, como bien nos tienen acostumbrados las películas de sobremesa. Por lo que, si quieres una película para desconectar y, posiblemente, dormir…es tu película.
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