Otra más sobre la inmensa crueldad de los británicos para todos y cada uno de los "ciudadanos" del que fuera su imperio, hoy prácticamente extinto. Ned Kelly era uno de los hijos de unos emigrantes irlandeses (mira que los ingleses han perseguido a este pueblo a lo largo de todo el mundo), y por un error interesado de los policías británicos, se forjó una leyenda en Australia por este chico, su hermano y dos amigos, héroes nacionales analfabetos (la mayor fuerza de todo el Imperio era la incultura) por hacerles frente, robando a los ricos para dárselo a los pobres, un Robin Hood australiano.
Película violenta donde se plasma la crueldad de un régimen, que si en el nombre de Dios se produjeron muertes y asesinatos, un el nombre del rey/reina fueron incontables a lo largo de los cincos continentes. Imperio de piratas, ladrones y asesinos, amparados en sus islas, en su poder marítimo y en su testarudez has mediados del siglo pasado, donde fueron dando la independencia una tras otras a prácticamente la totalidad de sus colonias. Por ahí quedan las Islas Malvinas argentinas, que mantienen tras otro derramamiento de sangre.
Película notable, con un Heath Ledger (q.e.p.d.) en el papel de Ned Kelly bien arropado por Orlando Bloom, Geoffrey Rush y la atractiva Naomi Watts en este documento histórico, que comienza como acaba, con el reconocimiento a Ned de un acto desinteresado de heroísmo.