Tercera entrega de la franquicia con más de lo mismo, muchísima acción, destrucción, efectos especiales, diversión, preciosos vehículos, en fin, exprimiendo más a la legión de espectadores y seguidores para que se pasen por taquilla para llenar los bolsillos de los productores.
Dirigida nuevamente por Michael Bay, que mantiene el nivel en cuanto al espectáculo, y protagonizada nuevamente por Shia LaBeouf, modifica muchísimo los actores secundarios, siendo de destacar especialmente John Malkovich con sus toque de humor exacerbado, y sobre todo el cambio de la preciosa Megan Fox, por la también exuberante reina de Victoria´s Secret, la despampanante Rosie Huntington-Whiteley, que se pasea por la pantalla con preciosos vestidos y su cuerpo de diosa.
Un 6 por el espectáculo visual.
Pues vaya. He visto 10 minutos y la he tenido que quitar. Esta película alcanza nuevos niveles de infumabilidad con respecto a las anteriores, que ya es decir. En fin, aquí termina para mí la saga.