Otra historia real que denuncia los holocaustos que se siguen produciendo por el mundo y las profundas injusticias sociales para con el tercer mundo por parte de los países industrializados y las grandes potencias. Mientras los niños son utilizados como soldados, vendidos como esclavos sexuales, como tráfico de órganos, como mano de obra barata para obtener diamantes, el Koltan para nuestros ordenadores y móviles y mantener nuestra cómoda vida, a pesar de la crisis, estos hechos se repiten, y ni EEUU lanza a sus soldados para acabar con estos derramamientos de sangre, ni las ONG reparten las ayudas que perciben para llegar a los que verdaderamente lo necesitan, ni las iglesias de unas u otras confesiones hacen lo más mínimo para erradicar estas injusticias, sólo héroes más o menos anónimos, religiosos o no, dan sus vidas y sus bienes por los demás de forma desinteresada.
La religión, en esta película, es lo menos importante. Cuanto se ha matado en el nombre de Dios, de Alá, de Jehová o de los mil nombres que se utilizan por los que viven de las religiones y del temor de los hombres, del infierno y del pecado.
Drama real, bien plasmado en la película, con una meritoria actuación de Butler, una más. Se merece un sobresaliente, 9 por su mensaje social, ese mismo que mañana hemos olvidado y que algunos con unas pocas monedas o acudiendo a misa diaria para mantener sus conciencias tranquilas y sus bolsillos y estómagos llenos.
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Otra historia real que denuncia los holocaustos que se siguen produciendo por el mundo y las profundas injusticias sociales para con el tercer mundo por parte de los países industrializados y las grandes potencias. Mientras los niños son utilizados como soldados, vendidos como esclavos sexuales, como tráfico de órganos, como mano de obra barata para obtener diamantes, el Koltan para nuestros ordenadores y móviles y mantener nuestra cómoda vida, a pesar de la crisis, estos hechos se repiten, y ni EEUU lanza a sus soldados para acabar con estos derramamientos de sangre, ni las ONG reparten las ayudas que perciben para llegar a los que verdaderamente lo necesitan, ni las iglesias de unas u otras confesiones hacen lo más mínimo para erradicar estas injusticias, sólo héroes más o menos anónimos, religiosos o no, dan sus vidas y sus bienes por los demás de forma desinteresada.
La religión, en esta película, es lo menos importante. Cuanto se ha matado en el nombre de Dios, de Alá, de Jehová o de los mil nombres que se utilizan por los que viven de las religiones y del temor de los hombres, del infierno y del pecado.
Drama real, bien plasmado en la película, con una meritoria actuación de Butler, una más. Se merece un sobresaliente, 9 por su mensaje social, ese mismo que mañana hemos olvidado y que algunos con unas pocas monedas o acudiendo a misa diaria para mantener sus conciencias tranquilas y sus bolsillos y estómagos llenos.