El día 9 de abril mi querida perrita Chispa hubiera cumplido 11 años si un maldito cáncer no la se hubiera llevado antes, aunque al menos, mi familia y yo pusimos los medios para que no sufriera más y después de una larga y cariñosa despedida la dormimos para que no sufriera más, con todos nosotros presentes en la clínica veterinaria que regenta mi hermano. Murió con nosotros, en familia, porque esa perrita juguetona, escandalosa, a ratos irascible y sobre todo muy cariñosa con todo mi entorno familiar, sigue con nosotros en el pensamiento y forma parte de nuestras vidas como un miembro más muy querido que hemos perdido.
Como siempre, y recordando con la familia a "Chispa" en el aniversario de su cumpleaños, me hablaron de esta película como una historia real de un perro japonés que durante nueve años estuvo esperando a su dueño fallecido en la estación del tren que él mismo utilizaba, hasta el día de su muerte, y que hoy tiene allí una estatua a la fidelidad y al amor que estos animales desarrollan por los humanos a cambio de un poco de cariño.
In memoriam de mi perrita "Chispa", una West Highland white terrier que siempre estará con nosotros. Matrícula de honor, 10.
Si alguien tiene dudas de la lealtad de los animales, debería ver esta película.
También os digo ; hay que estar preparadxs para la carga emocional.
Se ha convertido en una de mis favoritas.
Demasiado emotiva y eso que no soy la tipica fanatica de los animales . Trama sencilla y bien desarrollado e impecable historia . Recomendable para corazones valientes .